La leyenda del cristal de Ormuz (cuento parte 1)

A ver que les parece, estos días estuve trabajando en esto, y parece que va bien, me gustaría recibir criticas sobre la redacción la descripción de los lugares, y la forma en que se expresan mis personajes saber si realmente parecen tener una personalidad propia y autentica. Bueno espero les guste, aun no lo termino pero creo que seguirá en otra entrada, y pues una disculpa pero aun no tiene titulo.
__________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________

A veces el reloj avanza tan lentamente que parece estar detenido, más sin embargo se que esta avanzando puesto que yo sigo cayendo muy lentamente, casi no puedo moverme incluso no siento mi respiración pero parece no hacer falta, hago un gran esfuerzo para girar un poco mi cabeza y poder mirarte, eres tan hermosa, y parece que estas soñando con tus enormes ojos cerrados; Sujetas fuertemente mi mano con la tuya. Seguimos cayendo, ni siquiera recuerdo como fue que llegamos aquí, pero a tu lado nada me importa. Por fin una luz a lo lejos de lo que pareciera ser un pozo sin fin, lentamente se va agrandando, ahora ilumina tu rostro, y así bañada de esta luz plateada, pareces un ser divino un ángel hermoso y maravilloso que me cautiva.

La luz nos cubrió por completo, abro mis ojos, todo se ve borroso, hay demasiada luz. Estoy tirado en el suelo y tú estas en mi regazo, parece que aun duermes, froto mis ojos y mi vista se aclara, pareciera una calle pequeña de una ciudad. Debe ser cerca del medio día por que el sol esta en lo mas alto, lo cual es extraño por que no parece haber gente por ahí. Comienzas a mover tus brazos, despertaste, abres un poco tus ojos, bostezas, me miras, y yo te miro directamente a los ojos, esos ojos color miel, en los que me pierdo eternamente. Vuelvo en mi y solo puedo decir:

- Hola, ¿cómo estas?.
- Hola. ... mmmmmm ... bien, ¿dónde estamos?
- No lo sé, cuando desperté ya estábamos aquí. Parece ser una ciudad pero no veo a nadie más.
- Pues aquí de perezoso no vas a encontrar a nadie (levantándose).
- ¡Oye!, Si yo estaba esperando que despertaras (se levanta también, y sacude sus pantalones de mezclilla azul), debemos recordar como regresar aquí volveremos si no encontramos a nadie, para pasar la noche. Entonces ¿para dónde vamos?.
Pregunta señalando con la mano izquierda hacia la derecha y con la mano derecha hacia la izquierda, es una callecita angosta pero bastante larga, ellos están junto a un poste y parece ser la mitad de la calle, él la mira fijamente esperando respuesta mientras ella voltea en ambas direcciones y luego lo mira, y pone cara de enojada.

- (Ella) ¡Siempre es lo mismo contigo, tu y tus cosas, siempre andamos perdidos, y luego soy yo la que tiene que decir a donde ir, vamos por favor, ambos sabemos, que siempre terminamos donde tu quieres, y siempre tienes esa actitud tan optimista eres desesperante, estoy cansada! ... (voltea a su izquierda).
- Entonces vamos por allá veamos que llamo tu atención (con una sonrisa).
- Si claro veamos, que fue eso...

Su curiosidad acaba con su enojo y así comenzaron a caminar por la calle, era una calle extraña ya que no había banqueta y una barda alta se levantaba hasta casi 2 metros de alto, el se asoma varias veces sobre la barda pero todo parecía igual, casas con paredes color gris, con una ventada tapada y sin pasto en los jardines, no había nada diferente en una casa u otra, pareciera que estaba la misma una y otra y otra vez, además que hasta ese momento no vio a nadie, tampoco se podía escuchar algún ruido o alguna señal de vida, después de un largo andar y casi llegando a la esquina de la calle el presiente peligro.

- (El) Ten cuidado.
- ¿Con quien crees que hablas?, Yo soy la mas fuerte.
- Si, esta bien solo estate alerta, ¿vale?
- Ok, ok.

Llegan a la esquina el esta tenso esperando cualquier cosa, sin embargo ella se ve muy relajada, por fin se ve toda la extensión de la calle que cruza, pero no hay nada. No, el alcanzo a ver una sombra deslizando entre las casas supuestamente vaciás.

- (ELLA) Ves, te dije que no había de que preocuparse, y aunque lo hubiera yo puedo contrata cualquier cosa.
- Esta bien, como digas –(en pensamientos) – pero aun así no me quedo tranquilo hay algo raro en este lugar, y estoy seguro que nos siguen observando, supongo que quieren comprobar si seremos una molestia.
- Mira por haya parece que ahí hay gente. (Señala a lo lejos hacia el oriente).
- Es verdad vayamos a ver que pasa ahí.

Comentarios

  1. ES BUENO, PERO LA VDD QUIERO SABES MAS DE LA HISTORIA PARA DARTE MI OPINION...
    POR LO MIENTRAS ME DEJASTE CON GANAS DE LEER MAS.

    1OOO BESITOS

    ResponderEliminar
  2. Me ha gustado mucho espero que pronto pongas la continuacion :)

    ResponderEliminar
  3. Fìjate querido amigo, que ademàs de no atreverme a opinar porque no soy experta y serìa demasiado personal, me gustarìa decirte esto: En el arte, en cualquier manifestaciòn, el gustr o no, depende de puntos de vista comodije personales...los anàlisis de redacciòn, construcciòn gramatical, etc., eso es otra cosa, y materia de escuela. No se si te ha suedido que lees un libro que viene rodeado de gran publicidad (y no precismente best-seller) y a ti, en lo particular,no te ha gustado. A mi me ha sucedido con cosas escritas incluso por un Premio Nobel de Literatura, que no todo lo que escribe o escribiò me gusta.

    Viejos poetas, como Hernàndez o Machado, de repente no tuvieron siquiera acceso a educaciòn de alto nivel..pero como escribìan, algùnos mexicanos entre esos, por cierto..
    Esto que presentas me ha gustado, y espero continuar leyèndote

    Ojalà me haya dado a entender en lo que quiero significar

    recibe un cordial saludo

    ResponderEliminar
  4. Sinuee que ha pasado contigo :O
    ya no se nada de ti ajajaj
    espero que continues con esta historia :)
    aioos aioos
    cuidate :)
    hablamee un dia ajaj :D

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Solos y juntos

Tiempo

Otro de Amor